10.07.2007

pieles ó vestidos

Piel ó vestido?

Puede ser un debate entretenido.

Revestimiento, recubrimiento, protección?

Temas que veo delicados pero que proporcionan gran resolución procesal y proyectiva.

Que requiere una edificación para ser contemporánea? (si es que algo requiere)

Materialidad, inmaterialidad? Levedad, fluidez?

Conceptualización ó un riguroso proceso de diseño?

Arraigo a un lugar o la omisión terrenal del contexto?

Tradiciones, costumbres: cultura?

Determinismo o indeterminación? Estos últimos antagonismos que glosan performancia. Ambos con intensiones interesantes. Uno más sistemático, el otro más estocástico.

En donde queda el sentido de una obra de arquitectura? Ya que a veces el papel dice mucho pero el espacio dice poco. No dialoga, no habla. Ese vacío (quizá lleno) no se abre para ser descubierto por los estímulos sensoriales de nuestros cuerpos, entonces se ese espacio torna endeble; no es ni frío ni caliente, no es blanco ni negro, es endeble; sencillamente insuficiente.

A pesar de tener una buena, hermosa, interesante –como quieran catalogarla- fachada, el interior discute enérgicamente con su piel… o será su vestido?

Me parece didáctico proponer una diferencia entre estas dos.

La piel es como un vestido que se lleva adherido al cuerpo, nace de él y hasta cierto punto lo protege de las amenazas del exterior. Le sirve de recubrimiento mientras el cuerpo le sirve de soporte –léase estructura-, tiene la capacidad o el coraje de regenerarse –una valiosa aptitud-. En algunos organismos muta, sirve de camuflaje, de defensa y hasta para atrapar su comida. La piel: un elemento que podria denotar,digo personalmente, como polifacético, enérgico, indeterminado, evolutivo y, delicadamente, arquitectural.

En cuanto al vestido, verán, es un elemento símil al hipócrita o al corrupto. Aparenta, simula – la simulación según Nietzsche es el principio que lleva a la corrupción- algo que no es, sin embargo esa fachada, esa máscara corteja hasta un punto que puede llegar a seducir e imbuir. Hace pensar y creer que ese sistema –organismo- posee una integridad; craso error!.

1 comentario:

Esteban Oyarzo dijo...

La piel es sensata, el vestido solo disfraza lo que está abajo. Cuando aparecen modas y se hace arquitectura sin identidad se pierde la oportunidad de dejar proyectos íntegros en la ciudad. Una sucesión de fachadas, algunas lo hacen mejor que otras, pero al final del día no es más que un disfraz de algo que aspira a ser lo que no es.

¡Gracias por la visita! Me sorprendió como ha avanzado la tecnología en el servicio al cliente, ¡el futuro es virtual! ya quisiera que el mismo nivel de asistencia llegara a otros servicios de mi país, todo a su tiempo dicen por ahí je’.

¡Saludos!