6.07.2011

Regresando...

A pesar de que no se deja de pensar... a veces, inútilmente, se deja de escribir.
Y, ¿qué hay del pensamiento sin escritura?
Pero, ¿qué de la escritura sin pensamiento?
Los últimos meses -que se convirtieron en años- se pensó y se escribió de una manera distinta. (Se llegó a sentir y a amar celosamente y con desconfianza).
En los últimos meses, el pensamiento se construyó sobre nuevas lecturas, nuevas experiencias y nuevos viajes, que moldearon la arquitectura. No llegó a ser un nuevo entender la disciplina, más bien, ha sido una nueva ruta dentro del mundo de ella.
Algunos lo llamarán maduración, otros adaptación y quizá haya muchos más nombres de los que caben en esta entrada. Lo claro es que cuando pasa el tiempo uno va convirtiéndose en varios, pero no en otros -que es distinto-; uno sobre uno, un poco a la manera que describe Deleuze y Guattari en Rizoma, volviéndose un nuevo uno o en un ser distinto.
El pensamiento puede crecer o estancarse. Asimismo, la escritura puede ser más exquisita con su maduración, aunque puede reducirse a simples endémicas argucias.
Después de varios meses, epiteliaL esta regresando sobre estas líneas. Con la intensión de "volver a hacer"; porque siempre es necesario escribir, con pensamiento, claro. Retomando cosas del pasado, alimentándose con el presente influyente para seguir construyendo (o quizá para refugiarse).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Adictiva lectura...